Ando por la Ramblas a la hora del cafelito, y yo sin saber donde meterme a tomarme mi "cafelito con pastas". Echando un vistazo rápido al teléfono encuentro que muy cerca tengo una de las cafeterías mejor valoradas de toda Barcelona, esta es Cafetería Pasteleria Escribá.
En la antigua Casa Figueras, se encuentra esta maravilla de pastelería, Antoni Ros i Güell, fue su decorador en el año 1902 y la familia Escribà se hizo cargo de esta casa en 1986 restaurandola por completo. Sin lugar a dudas un gran ejemplo de lo que es el modernismo catalán.
Cafetería con solera donde las halla, y en plena Rambla de Cataluña y con una estética que conserva todo tal cual estaba desde hace siglos, tanto por fuera como por dentro. Por fuera podemos ver como en las vitrinas muestran diferentes trabajos, herramientas e incluso un telegrama de la Casa Real, donde los felicitan por su trabajo.
Una vez dentro nos encontramos con un espacio donde parece que se haya parado el tiempo. Conservando múltiples artilugios de taller repostero y muebles mínimo del siglo pasado. También tiene una pared entera llena de fotos con gente famosa pasando por U2, Ferran Adrià y trabajos espectaculares hechos en chocolate, como bolsos de Louis Vuitton, ...
El personal no puede ser más atento y dispuesto a ayudarte a elegir entre una de las maravillas que tienen. Yo opto por una tarta de chocolate con cara sonriente y gafas blancas, todo de chocolate, mientras que mi mujer, más conservadora decide pedirse un croissant de chocolate.
Mi pastel estaba extremadamente exquisito, riquísimo, y eso que a mi no es que me guste mucho el chocolate, pero este estaba realmente muy bueno, con diferentes capas y una galleta o brownie de base, un placer para el paladar. Me comí hasta las gafas, que eran de chocolate blanco. El croissant de mi mujer, como era de esperar no tenia nada nuevo, pero si es cierto que el chocolate del relleno estaba muy bueno, se ve que la materia prima es en lo que ponen especial interés, consiguiendo unos resultados dignos de una pastelería con el nombre de esta.
El precio, que a día de hoy es lo que más se mira, no es elevado para lo que nos ofrecen, tampoco es barato. Yo repetiré un día de estos, lo tengo claro, hay un par de pasteles que se me han quedado pendientes y que no dejaré que se queden ahí.
Pastelería Escribà
La Rambla, 83 - Barcelona - 08002 -
933 01 60 27
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