Después de dar un ciento de vueltas por el pueblo y comprobar que todos y cada uno de los aparcamientos disponibles estaban ocupados, decidí meterme en un parking de esos que el tio que está sentado delante de las cámaras de seguridad tiene un parche en un ojo y lleva un loro en el hombro (un buen pirata), esa clase de tio que te mira y se rie nada más entrar, y se rie solo de pensar que hará con el hígado que tendrás que dejarle como parte del pago de la hora o dos que vas a estar allí aparcado. No es por exagerar pero había bonos de media hora que lo mismo podia costar lo que la entrada de un piso. Pero bueno lo del parking no va con este blog.
Con hambre como para comerme una vaca tostada y sin saber para donde tirar, de tantas vueltas que había dado para aparcar, nos decidimos a coger la primera calle que creemos que nos llevará al centro, donde en teoria encontraríamos más cantidad de bares o restaurantes donde elegir. Pero tan solo llevábamos recorrido unos 100 metros desde el parking cuando encontramos el primer bar, Bar Galindo. ¿Quien iba al centro?
La terraza de la calle estaba llena así que nos tuvimos que poner dentro, (local climatizado), al igual que la terraza, dentro tambien estaba todo casi lleno, excepto una mesita en la que nos pudimos sentar los 4 que cenábamos en esta ocasión.
La carta no era muy extensa, pero tenia un poco de todo, por supuesto, no tenía la vaca tostada que estaba buscando así que me tuve que quedar con las ganas. Pedimos para 4, media ración de chocos muy buenos, que no dio tiempo ni a hacerle las fotos de rigor, 4 tortillitas de camarones que me gustaron bastante, nunca antes las había comido, para las mujeres 2 montaditos de lomos que resultaron algo escasos y para los hombres pedimos unos filete de atún a la plancha, estaba tan bueno que le tube que preguntar al camarero si era ventresca porque estaba tan sugoso que se deshacía en la boca, este me comentó que todo el mundo le decía lo mismo, pero que el atún era del día y que lo traían del mercado todos los dias, no se pero para mi que era ventresca, de todas maneras estaba exquisito, riquísimo y para repetir cuando haga falta. Como no para rematar la faena un buen café solo.
No teníamos ni idea de como íbamos a comer y fue un acierto, así que si pasas por Conil de la Frontera no me queda otra que recomendarte que te pases por este bar, que por cierto tiene un aire de bar de toda la vida muy típico.
Bar Galindo
C/ Chiclana, 58,
11140 Conil de la Frontera
Telf: 956 44 28 38
C/ Chiclana, 58,
11140 Conil de la Frontera
Seguro que estaba todo muy rico, pero en lo que no se esmeran demasiado es en la presentación de los platos ¿qué hace ese pobre filete de atún escondido debajo de las patatas fritas? ¡y esos montaditos de lomo con pan de barra! Vamos, como bien dices ¡un bar de los de siempre!
ResponderEliminarGenial este blog¡¡¡ muy muy bueno¡¡ ya no tendré que comerme la cabeza a la hora de elegir sitio para comer.
ResponderEliminarEspero que sigas añadiendo mas bares de huelva y alrededores
Un gran detalle las fotos de la cuenta, jeje
Me gusta que te guste, jeje
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